PAREJA DESPAREJA SE EMPAREJA Y SE DESEMPAREJA y se vuelve a EMPAREJAR









Siempre me resulto muy interesante detenerme en las palabras y sus significados, muchas veces usamos términos sin pensar en el contenido de las letras que dan formas a estas. Una de esas palabras que usamos habitualmente es "pareja" y por lo menos aquí, el sentido con el que quiero utilizarla es el de dos personas que se unen en un vínculo afectivo. Prestando mayor atención a esta palabra, me permito preguntarme si en la unión afectiva de dos personas este término es aplicable. ¿Es parejo el vínculo? ¿Es pareja la relación? ¿Son parejas las personas que forman parte de esta unión? Y me surgen muchas preguntas en relación a este modo de llamar a este tipo de vínculo, pero así como preguntas espero un rato a ver si se asoman algunas respuestas así salgo de este lío que me cause; y empiezan a fluir algunas cosas que me pueden ayudar. Creo que no hay ninguna persona igual a otra, habrá gente que pueda tener algunos pensamientos y gustos compartidos, puede hasta haber dos personas que parezcan identicas, pero siempre habrá algo propio de cada uno que lo diferencie de los demás y lo haga único. Entonces ¿Cómo es posible que desde lo desparejo (diferente) de cada uno, dos personas puedan constituirse en un vínculo llamado "pareja"? Pues bien, creo que el estar con otra persona es una elección, y como tal un acto responsable, en el cuál cuando uno está dispuesto a sostener una relación de amor con la otra persona no es que sacrifica su diferencia en pos de ser pareja, pero si tiene que buscar que hacer para emparejarse y constituir una pareja, lo complejo se da cuando ninguno quiere ceder ni un poco de lo que es, y cada uno se queda en su trinchera, es probable que todo empiece a ser tan desparejo que será imposible emparejar.
Una Pareja es algo sumamente complicado de constituir, pienso que la idea de ser o estar parejos es algo que se da por momentos, en los que hay armonía en el vínculo, lo visualizo más como una búsqueda, algo dinámico a lo que aspiramos y nos hace entusiasmarnos en relación al otro, intentando hacer cosas para emparejarnos, y es precisamente esto, si abrimos bien los ojos, lo que nos hace salir de la rutina; si le encontráramos la vuelta y nos emparejaramos, ya sabríamos que hacer, como movernos, y no seríamos diferentes a una computadora.
Para intentar constituirse en una pareja entonces hay que estar en el camino de emparejarse; esto no significa que ambos tienen que llegar a hacer y ser iguales; cada una de las partes sabrá cuál es su rol, conversará con la otra parte acerca de que necesita para si mismo y lo que puede poner para la relación.
Probablemente habrá que ajustar las tuercas muchas veces, pero sí tenemos claro que queremos con esa persona, entonces valdrá la pena hacerlo, tomando cada ajuste como un momento de crecimiento no solo de la pareja sino también de cada miembro que la conforma, porque también es importante aclarar que las diferencias están no solo para enojarnos o separarnos, sino como posibilidad de ver que tiene esta persona que está a mi lado (no por casualidad) para enseñarme por el tiempo que estemos juntos.
Deseo que quienes pasen por esta experiencia aprovechen el tiempo compartido para nutrirse, resguardándose de tantas cosas tóxicas que provienen del afuera.

Mauricio J. Strugo



(Boletin electronico 5 julio 2007)